Cultura (y) digital

El poder hace y deshace a placer las leyes, no leyes, el esqueleto, la forma y todo lo que rodea al arte, pero... Ésta escapa de él, y más aún con internet y las nuevas tecnologías digitales, un ámbito que crece de manera exponencial.

Un ejemplo evidente de esto es el arte creado por y para  internet. Aquí os dejo una web de net.art interesantísima donde encontraréis información y links de autores net.art (pincháis en direcciones y una vez dentro pincháis de nuevo en selección de artistas y de obras net.art).

Espero que encontréis algún artista digital de vuestro agrado.

También me gustaría nombrar la edición de un libro que ha salido hace muy poquito en España y trata sobre los Vjing, los mal llamados "hermanos pequeños" de los famosos Dj's, y que en lugar de trabajar únicamente con la música (como hacen los últimos), trabajan con lo audiovisual y, además, en tiempo real: http://animatek.net/2010/05/26/teoria-del-vjing-por-cesar-ustarroz/

Cortometraje

Espero que os guste, el último relato de los tres es totalmente recomendable para plantearnos seriamente la función "moralista" de facebook sobre las personas y su "existencia" como hablábamos esta mañana.

Cortometraje.

El papel vuela de las aulas

Ahora los chavales estudiarán y tomarán apuntes y trabajarán y..., TODO, únicamente con ordenadores portátiles (notebooks), olvidando de esta manera los cuadernos y los libros. Al menos en Asturias.

Y de regalo os adjunto una fotografía que invita a una intrepretación en cuanto a la discusión que mantenemos estos días en clase: lo que somos, lo que no, lo digital, lo real, lo virtual...



La web del autor y de donde proviene la fotografía.

Lo digital

No cabe duda de que ahora, más que nunca (o al menos más claramente que nunca), el ser humano aparece como un objeto cultural frente a un, metafóricamente, espejo como es un ordenador, ya que no olvidemos que los primeros ordenadores, que funcionaban -y funcionan- en base a un sistema binario de unos y ceros, no eran más que un intento de emular al cerebro humano, por lo que si emula al cerebro humano, ¿qué somos frente a lo digital?
¿Cómo nos enfrentamos, filosófica o místicamente  hablando, a la idea, de momento futurista pero cada vez más cercana, de un posible cerebro humano –con sus excepciones, por supuesto- digital? ¿Entraría en juego las religiones y su idea de una posible existencia del “alma”?
Hay varios ejemplos enfocados a estas ideas. Uno de ellos bien podría ser el del juego virtual Second Life, nombrado esta mañana en clase. En esta plataforma virtual, una persona frente a un ordenador elige un avatar. Ese avatar se mueve e interactúa con otros avatares en esta plataforma, pudiendo ir, por ejemplo, a una conferencia de chino y pudiendo hablar en ella si quisiera. ¿Qué somos ahí? ¿Seguimos siendo nosotros? ¿No somos, al fin y al cabo, ideas y pensamientos que utiliza el cuerpo humano como una herramienta más para expresarse? ¿No haría esta misma función un avatar en una plataforma virtual? 
Otro ejemplo menos evidente pero no por ello menos curioso es el de programas que ponen música al rostro de una persona, poniendo una música inigualable e irrepetible para ese rostro. Uno sube su foto a su ordenador, lo convierte a un fichero .jpeg en bruto (es decir, hablando claramente, convirtiendo el rostro en un montón de ceros y unos) y después lo pasa al programa para que le ponga música. La música, evidentemente, no sonará a Mozart o Beethoven, sino que sonarán ruidos, pero…, nuestro rostro podría tener una melodía. ¿Qué somos, pues? ¿Música? Claro que no hay que exagerar ni llevar a extremos pensamientos ni ideas; uno es como es, dirá la mayoría de la gente, pero… Cuando vemos una foto de nuestro rostro bien que decimos que ese de la foto es el mismo que la está mirando, ¿no podría, por lo tanto, escuchar una melodía y decir “ese soy yo”? No sólo es posible plantearnos incógnitas a niveles filosóficos o religiosos, sino también económicos, políticos, artísticos/culturales, históricos... 
Lo digital, en definitiva, nos plantea una nueva visión del mundo en el que vivimos, un nuevo espejo al que enfrentarnos, como decíamos esta mañana en clase, una manera nueva en la que vernos y enfrentarnos con nosotros mismos.