Esta afirmación dicha por el actor Kevin Spacey lleva a reflexionar sobre las nuevas tecnologías y el punto de vista del actor norteamericano, ya que ha decidido volcarse en las nuevas tecnologías y pretende levantar el vuelo a la imaginación y creación de directores amateurs que rueden sus películas con teléfonos móviles.
La productora se llama Mofilm, y la reflexión del amigo Spacey sobre la profesionalización, no desmerecen un seguimiento a largo plazo. ¿Realmente perderemos profesionales o los ganaremos?
16 de mayo de 2011 a las 18:51
Yo creo que la tecnología está al servicio tanto de los profesionales como de los aficionados. La diferencia entre ambos está en el talento y la dedicación, pero esto se da al margen de la tecnología. Hoy cualquiera puede grabar una película, incluso con un móvil, lo que hace posible que muchas personas desarrollen su creatividad. Pero no todos los días aparece un Kevin Spacey delante de la óptica digital, ni tampoco se sitúa a menudo un Sam Mendes detrás del invento. Esa confluencia magistral (con la inestimable participación de otros grandes profesionales) dio como resultado la incomparable "American Beauty". Para partirse de risa.
18 de mayo de 2011 a las 22:58
La constancia es la clave; el talento viene después. Dejemos de mitificar y crear dioses. El secreto es creer en lo que haces y currártelo. EL problema es que en general nos interesan muchas cosas: cañitas con los colegas, un cine, pachanga de fútbol todos los domingos, viajar, sillonbol... Spacey, bajo mi punto de vista, es un poco flipado, con todos mis respetos (me parece muy buen actor), pero la profesionalidad no depende del talento. El talento es un plus, nada más.