Estas tres ramas se vuelven a unir (o confrontar o pegar o aliar o en realidad son la misma cosa o no o quién sabe o sí sabemos y nos da miedo o no o tal). Un profesor se instala una cámara digital en la cabeza por amor al arte. ¿Vosotros lo haríais? La verdad es que creo que son distintos puntos de vista (ja), pero no deja de ser arte por ello, como el conejo fosforescente o como el collage hippiecomunitariogroupie que vimos en clase de Elisa.
¿Cuáles serán los resultados del proyecto de este profesor?, ¿serán realmente útiles?, ¿necesarios? Como dijo Antonio en clase, los avances están creciendo de manera exponencial, y la realidad aumentada queda cada vez más palpable... Ahora, con el proyecto de la cámara en el cráneo, más que nunca...
La noticia.
21 de abril de 2011 a las 13:49
Es la segunda vez que oigo hablar de un caso en el que el artista se somete a alguna clase de intervención quirúrgica como parte de su obra, y la verdad es que es dificil empatizar con este tipo de decisiones, no se si serán prejuicios, pero me resulta un tanto enfermizo y me da "miedito", puestos a juzgar... Con este tipo de acciones, la polémica está más que servida ¿no?